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ESTRATEGIAS PRÁCTICAS PARA AFRONTAR LA PRUEBA ESCRITA EN LAS OPOSICIONES DOCENTES (PARTE 2 DE 3)

(AUTOR: PABLO CASANOVA VEGA)

En el anterior artículo de nuestro blog habíamos planteado diferentes estrategias que nos permitirían preparar con éxito la prueba escrita en las oposiciones docentes.

Una vez tratada la parte cuantitativa del tema, este artículo y el próximo pretenden ser una continuación del anterior y explicar cómo dar peso a la parte cualitativa del tema. Para ello tendremos presentes tres aspectos aspectos:

– La estructura lógica del tema.

– La actualidad y vigencia de los contenidos desarrollados.

– Las estrategias que faciliten al tribunal el seguimiento y comprensión de lo expuesto.

Veamos ahora lo relativo a la estructura lógica del tema.

Estaríamos aquí destacando la relevancia fundamental del orden y de la estructura del tema, ya que éste debería siempre poseer una organización formal importante. Nosotros planteamos una serie de ideas en cuanto a la estructura o a las partes que deben conformar el tema.

Creemos que se debería comenzar con una introducción y/o justificación de la importancia del tema, relacionándolo por ejemplo con las fuentes del currículo, vinculándolo con la legislación en vigor o estableciendo conexiones entre los términos contenidos en los epígrafes del enunciado y las más recientes tendencias teórico-epistemológicas que estén de actualidad y que conozca el opositor. En este sentido es fundamental ir citando a lo largo de la redacción del tema aquellas obras o autores de los que se extrae la información que se transmite, de tal manera que la recapitulación final que supone la existencia de un apartado específico para la bibliografía no tiene que implicar que sea ese momento la primera vez que se escucha por parte del tribunal de dónde procede la información que se está exponiendo. Véanse estas dos posibles formas de hacerlo:

“Estas capacidades, expresadas en los objetivos generales, tanto de etapa, como de las áreas, no son directamente, pero sí indirectamente, evaluables. A través de los oportunos indicadores, sin embargo, son las capacidades y no las conductas o los rendimientos, lo que debe constituir objeto de la evaluación” (MEC, 1989: 35).

Por ello, Astraín (2002: 510 y ss.), aún aceptando que la interpretación de los docentes a nivel teórico o conceptual de lo planteado por la reforma de 1990 fue un éxito, constata el hecho del patente distanciamiento entre el considerable calado que ha tenido ésta a nivel teórico y su relativa plasmación en la práctica.

 

Tras esta introducción vendría el índice desarrollado, en el que se anticiparían los diferentes apartados en los que vamos a desglosar los epígrafes del enunciado del tema. Un ejemplo:

“El tema se ha dividido en cuatro grandes epígrafes: En el primero se presentan las áreas de Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales con una aclaración terminológica que permite comprender mejor posteriores explicaciones; su enfoque y características nos permiten concluir el primer epígrafe con un apartado en donde se presentan las propuestas de intervención educativa. El segundo epígrafe del tema nos ofrece la contribución de estas áreas al desarrollo de las competencias clave de la nueva LOMCE. Posteriormente , tras un breve apartado en donde se explica a grandes rasgos qué son y en qué consisten las competencias, se pasa a describir cada una de ellas y a exponer la contribución que desde las áreas de Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales se hace a las mismas. El tercer epígrafe del tema corresponde a la explicación de varios elementos del currículo de estas áreas: objetivos, contenidos, estándares de aprendizaje evaluables, metodología didáctica y criterios de evaluación y el último epígrafe responde a la relación del área con otras áreas del currículo. El tema finaliza con un punto en el que a modo de conclusiones, se pretende dar una valoración de lo presentado a lo largo del mismo”.

Una vez metidos en materia, es decir en cuanto al desarrollo del tema, habría que intentar que la escritura se efectuara con un tratamiento equilibrado de los epígrafes, con enlaces constantes entre ellos. Es decir, sería conveniente incluir de forma recurrente “cuñas de ubicación” a lo largo del tema que sirvieran de “guía” al tribunal para saber en todo momento en qué parte de la exposición se está o cuánto resta todavía.            Por ejemplo:

            “Pasamos a exponer el enfoque del área teniendo siempre como referencia las disposiciones del Ministerio, tanto las actuales aparecidas con la LOMCE como las ya establecidas en normas anteriores para, posteriormente, analizar sus características y poder concluir así con unas propuestas de intervención educativa dando respuesta a este primer epígrafe del tema”.

Por otra parte en la escritura del tema es importante que el rigor de los datos expuestos se equilibre con la cercanía de los ejemplos y la utilidad práctica del sentido real de lo expuesto. El conjunto debe permanecer compensado, sin que nunca llegue a dar la sensación de que ciertos elementos han sido objeto de una reflexión profunda o detallada en detrimento de otros que apenas se han perfilado. Es necesario transmitir la sensación de que todo se ha dicho o expresado en los términos y con el detalle previsto, de esta forma se daría una imagen de solvencia, capacidad y dominio de la materia. Para ello un buen documento se articula sobre una correcta gestión de los párrafos (el párrafo es cada una de las divisiones de un escrito señaladas por letra mayúscula al principio de línea y con un punto y aparte al final del fragmento de escritura). Existen distintos tipos de párrafos, a saber:

PÁRRAFOS DEDUCTIVOS; donde la idea principal se encuentra al comienzo del párrafo:

“A nivel general, podemos definir los recursos como aquellas herramientas de todo tipo que utilizan el profesor y el alumno en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Así, si acudimos a la LOE, observamos como en su artículo 2.2, habla de “recursos educativos”, y en la Guía Documental y de Recursos (1992), se habla de “recursos didácticos”, y se definen “como aquellas ayudas que el profesor utiliza en la acción didáctica y que facilita su tarea de mediador entre el currículo y el alumno”. Por tanto, podemos ver cómo tanto los recursos educativos como los didácticos vienen a ser conceptos prácticamente sinónimos. Sin embargo, utilizaremos el término de recursos educativos, por ser el más actual según la legislación vigente”.

PÁRRAFOS INDUCTIVOS; en los que la idea central se encuentra al final del párrafo:

“Hacen falta métodos que favorezcan que los niños/as trabajen mano a mano y mente con mente, hagan conjuntamente, cooperen, progresen a su propio ritmo, aprendan a aprender… consiguiendo cada vez una mayor autonomía, posibilitando una auténtica comunicación en el aula y siendo protagonistas de su propio aprendizaje. En definitiva, en la Educación Primaria se necesitan métodos que permitan aprender desde la realidad y desde las concepciones previas, desde la observación del entorno con curiosidad e interés, desde la diversidad, desde un plan común, compartido y conjunto”.

PÁRRAFOS DILUIDOS; donde la idea principal se encuentra en todo el párrafo:

“Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) son un factor de vital importancia en la transformación de la nueva economía global y en los rápidos cambios que están tomando lugar en la sociedad. En la última década, las nuevas herramientas tecnológicas de la información y la comunicación han producido un cambio profundo en la manera en que los individuos se comunican e interactúan en el ámbito de los negocios, y han provocado cambios significativos en la industria, la agricultura, la medicina, el comercio, la ingeniería y otros campos. También tienen el potencial de transformar la naturaleza de la educación en cuanto a dónde y cómo se produce el proceso de aprendizaje, así como de introducir cambios en los roles de profesores y alumnos”.

Combinar eficientemente estos distintos tipos de párrafo otorga formalmente validez al discurso y nos ayuda a que el progresivo devenir de datos e ideas sea coherente y comprensible. Un aspecto relacionado con el anterior sería lo concerniente con la longitud de las frases, ya que diversas investigaciones han demostrado que cuanto más largas y complejas sean las frases que conforman una idea más difícil será comprenderla.

Otra forma de articular una idea para facilitar su compresión, pudiendo establecer incluso de esta forma un vínculo emocional con el tribunal, sería plantear a modo de dicotomía una reflexión entre lo que de forma “ideal” debería ser (en función de lo establecido en las normas, los fundamentos epistemológicos de cada materia, etc.) y lo que es “real”, es decir, lo que a fin de cuentas es más o menos genérico en los distintos contextos educativos o en la sociedad (siempre que esto se pueda “demostrar” con algún argumento lógico de peso, un dato estadístico y contrastado, etc., que haga que del planteamiento propuesto algo “objetivo” en la medida de lo posible, y no sólo una interpretación subjetiva). Un ejemplo:

“Cabe considerar la Educación como la herramienta más preciada y poderosa para promover cambios en la sociedad que contribuyan a su mejora. En este sentido, el proceso de digitalización de la cultura promueve una nueva construcción social, pero como tal requiere de nuevos paradigmas que colaboren en esa construcción (en el sentido de reconsiderar la organización del conocimiento), labor ésta aún por llevar a cabo”. 

Otro aspecto importante serían los ejemplos, intentando que fueran ilustrativos y accesibles (hay que ponerse en el lugar del tribunal, su inevitable aburrimiento, desinterés, cansancio tras varias días completos de escuchar casi lo mismo…):

“Los talleres son actividades que pueden llevarse a cabo dentro o fuera del aula, lo que permite que el taller sea atendido por otras personas como los padres. El carácter del taller suele ser variable en atención a lo que queramos trabajar (bien sea pintura, juguetes, teatro, lengua, razonamiento…)”.

Para finalizar vendrían unas conclusiones, que pueden formularse en términos de “SÍNTESIS” (resumiendo las ideas más significativas transmitidas en el desarrollo del tema):

“Como se ha expuesto a lo largo del tema, es importante secuenciar y graduar sus contenidos coherentemente con el grado de dificultad de los mismos. Así mismo, los contenidos de éste área y las competencias clave que desde ellas se van a desarrollar nos ayudan a responder a las demandas sociales y culturales que nos impone la sociedad en la que estamos inmersos, de tal manera que contribuimos con ello a la formación de ciudadanos responsables y democráticos dentro de una sociedad plural y multicultural”.

O de manera “CREATIVA”, de tal forma que a partir de todo lo dicho se haga una reflexión que transcienda la información dada previamente, se comparta con el tribunal a través de un relato una experiencia personal o anécdota relacionada, se exponga una cita de algún autor o personaje relevante en la materia y/o se invite a obrar en una determinada línea de trabajo. Ejemplo de la segunda opción planteada sería la siguiente conclusión creativa:

“A modo de conclusión, se puede resaltar la llamada Declaración de Roa, fruto de encuentro dirigido al profesorado de distintos niveles educativos interesados en la integración de las TIC en la enseñanza, que tuvo lugar en julio de 2006 en la localidad de Roa (de ahí su nombre) situada en la provincia de Burgos. En ella se exige la efectiva incorporación de la Sociedad de la Información y la Comunicación como un objetivo prioritario para cualquier sistema educativo y para cualquier país […]”.

Al final del todo y como requisito formal que todo documento serio no debe ignorar se incluiría un apartado para la bibliografía, entre 8 y 12 referencias, que recogiera las principales publicaciones en las que nos hemos basado para hacer el tema.      Debemos incluir tanto lo legislativo como las obras de los autores, ya estén contenidas en libros, en revistas o en actas de congresos:

COLL, C., MARTÍN, E., MAURI, T., MIRAS, M., ONRIBUA, J., SOLÉ, I. y ZABALA, A. (1993): El constructivismo en el aula. Barcelona: Grao.

GARCÍA PEREZ, F.; MERCHÁN J. (1998): Sobre constructivismo y propuestas de enseñanza de las ciencias sociales. Una perspectiva didáctica. Conciencia Social, nº2, pp.45-90.

MARQUÉS, P. (2003): Las TIC en la enseñanza obligatoria. Barcelona: CissPraxis.

MEC (2006a): Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (BOE de 4 de mayo).

MEC (2006b): Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria (BOE de 8 de diciembre de 2006).

PÉREZ PUEYO, A. (2005): Tesis Doctoral Estudio del planteamiento actitudinal del área de Educación Física de la Educación Secundaria Obligatoria en la LOGSE: Una propuesta didáctica centrada en una metodología basada en actitudes. León: Universidad de León. Servicio de Publicaciones.

PÉREZ PUEYO, A; VEGA COBO, D.; CASANOVA VEGA, P.; HERRÁN ÁLVAREZ, I. (2007): Caminando hacia la LOE. Aspectos relevantes para la EF. Actas del VII Congreso Internacional sobre la EF y el Deporte Escolar. Badajoz.

En este sentido decir que siempre existen libros que sirven para la totalidad del temario de cualquier especialidad, libros por bloques de temas afines o libros específicos de un tema, además claro está de la legislación relacionada.

 

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